La gamificación es un concepto que implica utilizar elementos de juegos, como clasificaciones y puntos, en entornos no relacionados con los videojuegos, como una oficina o un espacio de trabajo. Es una forma de motivar a las personas incorporando elementos de juego en diferentes contextos.
Imagínense esto: ¿qué pasaría si colocamos un piano en la escalera de una estación de metro y observamos cómo las personas eligen entre subir las escaleras eléctricas o usar la del piano? Esto es un ejemplo de gamificación en acción, donde se utilizan elementos de juego para influir en el comportamiento de las personas.
La gamificación nos permite aprovechar la motivación intrínseca y extrínseca para entender las preferencias de los usuarios y modificar su comportamiento de acuerdo a ello. Además, se puede aplicar en diferentes entornos, como oficinas, lugares de trabajo y diversos departamentos, como recursos humanos, operaciones y marketing.
Uno de los aspectos más importantes de la gamificación es crear experiencias memorables. Cuando las actividades están diseñadas de manera que generen un estado de flow, donde las personas se sienten completamente inmersas y pierden la noción del tiempo, se logra una mayor participación y compromiso.
El estado de flow es un estado mental en el que estamos completamente absortos en una actividad, perdiendo la noción del tiempo y sintiéndonos plenamente comprometidos. Es como cuando estamos jugando un videojuego y nos olvidamos de todo lo demás a nuestro alrededor.
Un ejemplo exitoso de gamificación es el juego Candy Crush. Este juego ha logrado crear un estado de flujo en los jugadores, lo que ha llevado a una alta participación y una pérdida de la noción del tiempo. Sus elementos de gamificación bien diseñados y los niveles de dificultad creciente contribuyen a mantener a los jugadores comprometidos.
Es importante tener en cuenta el estado de flow al diseñar cualquier experiencia, ya que nos permite crear un ambiente en el que las personas se sientan plenamente comprometidas y disfruten de lo que están haciendo. Además, es necesario encontrar un equilibrio entre generar dificultad y desarrollar habilidades para mantener el compromiso a largo plazo.
En un entorno no lúdico, como una oficina, la gamificación se aplica en un ambiente controlado. Aunque se pueden aplicar elementos de juego, es importante tener en cuenta el contexto y no aplicar la gamificación solo por moda. Es necesario considerar la cultura de la empresa y asegurarse de que la gamificación se aplique de manera efectiva.
La inclusión y la colaboración son aspectos fundamentales en las actividades de gamificación. Es importante asegurarse de que todos se sientan incluidos y preguntar si desean participar. Además, es esencial crear espacios donde las personas puedan compartir ideas y actividades relacionadas con la gamificación.
En resumen, la gamificación es una herramienta poderosa para crear experiencias memorables y fomentar la participación en diferentes entornos. Al aprovechar elementos de juego y crear un estado de flujo, podemos motivar a las personas y generar un mayor compromiso. ¡Así que únete a nuestra comunidad y comencemos a gamificar nuestras vidas!
Este blog es una adaptación del episodio #3, "Gamificación: Rompiendo Barreras Corporativas" con Eliana Marto, experta en Gamificación. Puedes encontrarlo en nuestro canal de YouTube y Spotify.